Por primera vez, la compañía de dispositivos médicos con sede en Lausana, Suiza, Comphya, anunció el lunes la implantación exitosa de un dispositivo de alta tecnología alimentado por batería para restaurar la función eréctil.
La empresa ha desarrollado CaverSTIM, el primer dispositivo implantable para tratar la disfunción eréctil en pacientes que no responden a los medicamentos orales.
Este grupo incluye pacientes que han sufrido lesiones de la médula espinal y aquellos que se han sometido a una cirugía de extirpación de próstata, también conocidos como pacientes posprostatectomía.
El exitoso trasplante tuvo lugar en el Royal Melbourne Hospital (RMH en Melbourne, Australia.
El Dr. Phil Dundee, urólogo consultor del RMH y director clínico del Australian Prostate Center (APC), llevó a cabo con éxito la operación el 3 de agosto.
“Es realmente emocionante ser parte de tal innovación, particularmente cuando sabemos que este tratamiento tiene el potencial de cambiar la vida de millones de pacientes en todo el mundo”, dice el Dr. Dundee.
El primer ensayo de seguridad clínica en humanos para el innovador tratamiento es una colaboración entre APC, RMH y Comphya SA.
¿Qué resuelve Comphya?
Actualmente, los pacientes que padecen disfunción eréctil a menudo recurren a inyecciones intrapenianas o implantes de pene como las únicas opciones de tratamiento disponibles. Sin embargo, se sabe que estos métodos son dolorosos, problemáticos y obsoletos.
Aquí es donde comphyaLa solución patentada de ofrece un tratamiento único y superior para la disfunción eréctil.
El principal objetivo de la compañía suiza es restaurar la función sexual fisiológica y mejorar la calidad de vida de una parte significativa de la población masculina que necesita urgentemente tales soluciones.
¿Qué necesita saber sobre CaverSTIM?
CaverSTIM es un sistema de 'neuroestimulación' compuesto por un generador de impulsos implantable (IPG). El dispositivo contiene una batería recargable y una electrónica encargada de generar una señal de electroestimulación.
El dispositivo se implanta dentro de la cavidad pélvica donde activa y restaura los nervios que juegan un papel crucial en la erección del pene.
El IPG, una vez que se inserta quirúrgicamente en la parte inferior del abdomen, se controla de forma remota mediante controladores externos.
El controlador clínico permite a los profesionales médicos ajustar y personalizar los parámetros del sistema para adaptarse a las necesidades únicas de cada paciente.
El controlador del paciente pone el poder en las manos del paciente, permitiéndole activar el dispositivo y desencadenar una erección del pene.
“Al iniciar este ensayo clínico, celebramos la culminación de nuestra teamLa firme dedicación y el arduo trabajo de desarrollar nuestro exclusivo sistema CaverSTIM”, dice Rodrigo Fraga-Silva, director ejecutivo y cofundador de Comphya SA.